sábado, 12 de mayo de 2018

Actividad 3.1.: "Debate"



Para finalizar, realizo una reflexión con relación a los dos siguientes artículos que nos han facilitado:
- "Una escuela para Juan".
- "Modelos educativos para una calidad de vida".

En ambos artículos nos hacen pensar sobre la calidad educativa que les proporcionamos a los ACNEE.
Primeramente, nos hablan del derecho a la educación, y sobre la concepción que todos somos capaces de avanzar en nuestras capacidades de ajuste personal y social, siempre que nos proporcionen los apoyos adecuados para ello.
Por lo que destacan que debemos desarrollar una escuela de calidad donde le proporcionemos al alumno calidad de vida, a través de la construcción de contextos capaces de ser compartidos por todas las personas con independencia de su capacidad; por otro lado, indican que hay que dar lugar a que el alumno sea el actor-agente en la construcción de su desarrollo, no dejando que sea un sujeto pasivo del mismo; también nos comentan que hay que dar lugar a contextos informales de aprendizaje (aulas donde el conocimiento sea menos individual y más compartido, a la vez que los contenidos de aprendizaje sean menos mentales, con menos carga simbólica y contengan más elementos de interacción y manipulación física y social), y a entornos educativos significativos (contextos socioculturales donde la participación de otros guían el aprendizaje mediante actividades significativas, es decir, el aprendizaje se genera a través de la acción guiada en entornos naturales y motivadores, a través del diseño cuidadoso de consecuencias funcionales de esa acción).
Además, la escuela debe dar prioridad al aprendizaje de habilidades sociales y de comunicación, junto a las habilidades de autodirección (posibilidad de elegir, de tomar decisiones) frente al aprendizaje de materias instrumentales.
También, nos destacan la importancia de incorporar a las escuelas programas de expresión y reconocimiento de emociones y estado de ánimo, potenciando así el autocontrol conductual, a través de sistemas de intervención positiva, consiguiendo así la resolución de problemas: identificando, manejando y controlando de un modo adaptado los mediadores inherentes en la conducta.
Todo esto, nos llevara a perseguir para la persona con discapacidad intelectual el concepto de calidad de vida (sus dimensiones son las siguientes: bienestar emocional, relaciones interpersonales, desarrollo personal, bienestar material, bienestar físico, autodeterminación, inclusión y derechos), el cual aumenta mediante la aceptación y la plena inclusión de la persona en su comunidad; junto cuando se cumplen sus necesidades básicas, teniendo las mismas oportunidades que el resto para perseguir y lograr metas en los contextos de vida principales, como son el hogar, la comunidad, la escuela y el trabajo.
Este último punto esta íntimamente unido a los programas existentes en las escuelas durante los últimos cursos escolares, llamados Programas de Transición para la Vida Adulta y Laboral (PTVAL). Durante el desarrollo de los mismos, se prepara al ACNEE a convertirse en adulto, a través de la realización de tareas propias de sus edades, buscando así su madurez, ya que la finalidad de estos programas es facilitar el desarrollo de la autonomía personal y la integración social del alumnado, pudiendo tener un componente de formación profesional específica cuando las posibilidades del alumno o alumna así lo aconsejen.

Se deja el enlace del BOE donde se puede obtener más información del mismo, consultando todos los detalles que nos puedan interesar.

https://www.boe.es/boe/dias/1999/04/10/pdfs/A13515-13517.pdf



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